viernes, 12 de agosto de 2011

Somalia, el hambre que no cesa

Somalia, el hambre que no cesa

Unos 3,7 millones de somalís están en situación de crisis humana, entre ellos 310.000 son niños que sufren malnutrición aguda


PEDRO ALONSO/EFE -
NAIROBI La ONU declaró ayer oficialmente el estado de hambruna en dos regiones del sur de Somalia, Bakool y Baja Shabelle, algo inédito en este país durante los últimos veinte años, y pidió a la comunidad internacional 300 millones de dólares (más de 210 millones de euros) para "salvar vidas". "Cada día que nos retrasemos en prestar asistencia es cuestión de vida o muerte para los niños y sus familias en las áreas afectadas por la hambruna", aseguró el coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU para Somalia, Mark Bowden, en Nairobi. "Si no actuamos ahora -advirtió-, la hambruna se extenderá a las ocho regiones del sur de Somalia en los próximos dos meses debido a las pobres cosechas y a los brotes de enfermedades". "La falta de recursos es nuestra mayor limitación y preocupación", subrayó el responsable de la ONU.
Los datos facilitados por las Naciones Unidas indican que casi la mitad de la población somalí, unos 3,7 millones de personas, está en una situación de crisis humana, y 2,8 millones residen en el sur. La ONU aclaró que una hambruna se declara cuando se combinan estas variables: el índice de malnutrición aguda entre los niños supera el 30 por ciento, más de dos personas –por cada 10.000 habitantes– mueren al día y la gente carece de acceso a alimentos y otras necesidades.
Bowden remarcó que en Somalia los índices de malnutrición "son actualmente los más altos del mundo", y precisó que en algunas zonas de Bakool y Baja Shabelle se registran más de seis muertes diarias, por cada 10.000 habitantes, de niños menores de 5 años. Las áreas más afectadas albergan a unos 310.000 niños con malnutrición aguda, en la peor crisis alimentaria de África desde la hambruna que golpeó al país entre 1991 y 1992.
El sur de Somalia se halla bajo el control de la milicia integrista islámica Al Shabab -vinculada a la red terrorista Al Qaeda-, que el pasado día 5 levantó el veto impuesto en 2010 a las organizaciones humanitarias para operar en sus dominios.
El coordinador humanitario admitió que el sur somalí "está ampliamente controlado por Al Shabab", pero aseguró que los empleados de Naciones Unidas cuentan con garantías de "seguridad sobre el terreno" y con el "apoyo de las comunidades locales".
Tan grande es la desesperación que unos 166.000 somalís han escapado este año para buscar refugio en países vecinos, como Kenia y Etiopía. Según la ONU, la sequía que azota al Cuerno de África y sus devastadores efectos mantienen contra las cuerdas a unos 11 millones de personas de la región.
La a secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, anunció ayer la aportación de 28 millones de dólares adicionales para paliar la crisis humana en Somalia, después de que la ONU declarara el estado de hambruna en dos regiones del país.

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