miércoles, 26 de febrero de 2014

Se agota el agua en el mundo en desarrollo.

Se agota el agua en el mundo en desarrollo.


Por Samanta Sen.


El mundo en desarrollo agota sus reservas de agua a un ritmo alarmante, según un estudio realizado por la agencia cristiana Tearfund, radicada en Londres.



Dos de cada tres personas en el mundo sufrirán carencias de agua en 2025, a menos que se tomen medidas drásticas. Esas personas vivirán, además, en el Sur en desarrollo.

Durante la década de 1990 el mundo padeció 143 sequías que afectaron a 185 millones de personas, sostiene el informe publicado el día 22 de marzo  en coincidencia con el Día Mundial del Agua.
El aumento de la población, el mal manejo del agua, el uso indiscriminado de las reservas subterráneas y el recalentamiento planetario se combinan para crear el espectro de la carencia de agua que afectará a millones de personas ancladas en la pobreza.


De hecho, la crisis ya está en marcha. Dos tercios de las ciudades chinas enfrentan graves carencias de agua. En India, Nueva Delhi agotará sus reservas subterráneas para 2015, si continúa el consumo actual.

En África, en los últimos veinte años, el espejo de agua del lago Chad se redujo de 18 mil kilómetros cuadrados a sólo 3.900. A raíz de la propagación de las sequías, casi veinte millones de personas se enfrentan a la carencia de alimentos en el este africano.

El consumo mundial de agua potable se multiplicó por seis entre 1900 y 1995, más del doble de la tasa de crecimiento de la población.

La población mundial se incrementará en tres mil millones de personas en los próximos cincuenta años, y la mayoría de ellas nacerán en los países que ya experimentan falta de agua.

Para 2025, unos 25 países africanos estarán sometidos a regímenes de racionamiento individual del agua, equivalentes a 1.700 metros cúbicos de agua por persona y por año.

Kenia, Marruecos, Sudáfrica, India y Pakistán tendrán niveles por debajo de los mil metros cúbicos por persona y por año. Esos límites han sido catalogados por la ONU como catastróficos, sostiene el informe.

El gobierno británico recomendó reducir a la mitad la proporción de la población que no puede acceder al agua potable para 2015. Pero alcanzar ese objetivo exige que las inversiones en agua se incrementen entre 300 mil y 600 mil millones de dólares.

Tres años continuos de sequía han dañado a Pakistán, Irán e India. Pero la misma fue más grave aún en Afganistán, donde provocó desplazamientos masivos de población dentro del país o hacia campos de refugiados en Pakistán.

En Irán la sequía afectó a 37 millones de personas, la mitad de la población. Casi 60 por ciento de los habitantes rurales podrían verse obligados a migrar a las ciudades.

En Eritrea más de 1,5 millones de personas fueron desplazadas por la búsqueda de agua y escapando del conflicto armado que padece ese país.

En Etiopía, gran cantidad de la población depende exclusivamente de la ayuda alimentaria para su supervivencia, pues ha perdido su ganado y cultivos por la sequía.

Por otra parte, China sufre devastadores cortes de agua. El río Amarillo, uno de los más grandes del norte, está casi siempre seco.

La crisis afecta a las ciudades chinas de manera sorprendente. Shanghai se hunde debido a la cantidad de agua subterránea que se extrae de ella. En total, dos tercios de las ciudades chinas padecen grave escasez de agua.

Una buena administración puede superar la escasez natural de agua, como ocurre en Israel y el sudeste de Gran Bretaña, donde el gobierno y la alta inversión aseguran un buen suministro, agrega.

La merma del suministro en el mundo en desarrollo se agravará por la creciente población. En Europa se prevé que la población descenderá para 2025, aun cuando no hay escasez de agua.

Las reservas subterráneas suministran la tercera parte del agua dulce del mundo. El nivel de dichas reservas desciende hasta un metro por año en partes de China, India, México y Yemen.

La agricultura utiliza 70 por ciento del agua dulce del mundo. Esa proporción asciende a 90 por ciento en África y Asia, indica el informe.

El recalentamiento planetario acelera el problema. La década de 1990 fue la más cálida desde que comenzó a medirse la temperatura en 1860. A medida que las temperaturas suban, las reservas de agua disminuirán porque se extenderán los desiertos y el ritmo de evaporación.

El derretimiento de los hielos polares aumentará el agua de los océanos y causará la penetración de sal en las masas de agua fresca.

Las inundaciones costeras se intensificarán, y las islas del Pacífico podrían desaparecer del todo.

La escasez puede provocar conflictos armados, sobre todo entre aquellos países que dependen del agua de ríos que se originan fuera de sus frontera.

Se recomienda que para poder enfrentar la crisis el tema del agua sea una prioridad en las agendas de las Cumbres Mundiales sobre Desarrollo Sustentable.

La comunidad internacional debe redescubrir métodos tradicionales de conservación del agua, además de tecnologías nuevas, con la participación y el conocimiento de las comunidades locales.

Los gobiernos deben redoblar sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases invernadero en cinco por ciento para 2012, y la inversión en el suministro de agua, el saneamiento y los recursos acuíferos deben aumentarse drásticamente.

Se debe reconocer el valor que tiene el agua al cobrársela a la industria, la agricultura de gran escala y los sectores de altos ingresos, pero se deben conceder subsidios a aquellos que no puedan pagar el precio.

Tomado de TIERRAMERICA.





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