sábado, 25 de junio de 2016

10 propuestas para reducir los efectos del cambio climático en el mundo.

10 propuestas para reducir los efectos del cambio climático en el mundo.
1. Adoptar compromisos obligatorios inmediatos -no promesas voluntarias- para controlar el incremento de la temperatura planetaria a no más de 1.5ºC [2,7ºF] durante este siglo a través de reducciones de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero que no superen las 38 giga-toneladas en el año 2020.
2. Permitir que la Tierra descanse a través de compromisos vinculantes para dejar más del 80% de las reservas conocidas de combustibles fósiles bajo el suelo y debajo del suelo marino.
3. Alejarse del extractivismo de recursos prohibiendo nuevas exploraciones y explotaciones de petróleo, arenas bituminosas, petróleo de esquisto, carbón, uranio y gas natural, incluyendo la infraestructura de oleoductos como el Keystone XL.
4. Acelerar la aplicación y transición a alternativas de energía renovable como la eólica, solar geotérmica y mareomotriz bajo propiedad y control público y de la comunidad.
5. Promover la producción y consumo locales de bienes durables para satisfacer las necesidades fundamentales de las personas y evitar el transporte innecesario de mercancías que se pueden producir localmente.
6. Estimular la transición de la agricultura industrial orientada a la exportación para el supermercado global a la producción basada en la comunidad para satisfacer las necesidades alimentarias locales como lo formula la soberanía alimentaria.
7. Adoptar y aplicar estrategias de Cero Deshecho para el reciclado y la eliminación de basura, y readaptar los edificios para conservar la energía para la calefacción y la refrigeración.
8. Mejorar y ampliar el transporte público para el traslado de personas y carga en los centros urbanos y entre ciudades a través de vías férreas eficientes.
9. Desarrollar nuevos sectores de la economía para crear nuevas fuentes de trabajo para restaurar el equilibrio del sistema de la Tierra, tales como empleos climáticos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y empleos para la restauración de la naturaleza.
10. Desmantelar la industria para la guerra y la infraestructura militar con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la guerra, y destinar dichos recursos para promover una paz verdadera.

 Tomado de la red.

lunes, 20 de junio de 2016

A PROPÓSITO DE ENTRE.

El problema de la mega minería y el uso del cianuro en el mundo y en especial aquí en la República Dominicana no es de transparencia, sino de contaminación, que origina muerte y pobreza a las comunidades impactadas por la minería, como es el caso de los pueblos cercanos a la Barrick Gold en Cotuí.
Lo ideal es unificarnos para seguir educando a las poblaciones impactadas por las mineras para que se movilicen en contra de ellas hasta sacarlas del país, ya que a esas empresas no les interesa ni la ecología, ni el ser humano sino el dinero que puedan obtener de los metales extraídos al costo que que sea, en vidas y destrucción.
No a la Barrick Gold, Loma Miranda parque nacional.

Domingo Acevedo.




viernes, 17 de junio de 2016

Los mayores aumentos previstos en tasas de mortalidad por contaminación atmosférica corresponden a India, China, Corea y países de Asia Central como Uzbekistán

[Const.Puentes] En 2060, la contaminación atmosférica causará de 6 a 9 millones de muertes prematuras al año y tendrá un costo de 1% del PIB – OCDE

   
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Osver Polo

11 jun. (hace 6 días)
 
para mocicc, bcc: construyendopu.
 

En 2060, la contaminación atmosférica causará de 6 a 9 millones de muertes prematuras al año y tendrá un costo de 1% del PIB – OCDE


OCDE – Batumi, Georgia, 9 de junio de 2016
De acuerdo con un nuevo informe de la OCDE, a menos que se emprendan las debidas acciones, en 2060, la contaminación atmosférica en exteriores podría causar de 6 a 9 millones de muertes prematuras al año y costará el 1% del PIB global —alrededor de 2.6 billones de dólares al año— como resultado de faltas por enfermedad, costos médicos y menor producción agrícola.
En The Economic Consequences of Air Pollution (Las consecuencias económicas de la contaminación atmosférica), se indica que la consecuente reducción en la producción económica global hacia 2060 equivaldrá a cerca de 330 dólares por persona, puesto que los costos de atención médica anuales relacionados con la contaminación atmosférica aumentarán a 176 mil millones de dólares en comparación con los 21 mil millones de 2015, y el número de días laborales perdidos por enfermedades relacionadas con dicha contaminación se elevará considerablemente, a 3.7 mil millones en comparación con 1.2 mil millones.
“El número de vidas truncadas por la contaminación atmosférica ya es terrible y su posible aumento en las próximas décadas, aterrador. Si eso no es motivo suficiente para actuar, este informe demuestra que no actuar al respecto también implicará un fuerte costo económico”, declaró el Director de Medio Ambiente de la OCDE, Simon Upton, al presentar el informe en la 8a Conferencia Ministerial sobre Medio Ambiente en Europa, celebrada en Batumi, Georgia. “Es fundamental que impidamos que estas proyecciones se conviertan en realidad.”
La contaminación atmosférica en exteriores ocasionó más de 3 millones de muertes prematuras en 2010 y los grupos de población más vulnerables fueron los ancianos y los niños. Las proyecciones de la OCDE implican la duplicación, o incluso la triplicación, de muertes prematuras por aire sucio —es decir, una muerte prematura cada cuatro o cinco segundos— para 2060.
Los mayores aumentos previstos en tasas de mortalidad por contaminación atmosférica corresponden a India, China, Corea y países de Asia Central como Uzbekistán, donde el aumento de la población y el congestionamiento de las ciudades significa un mayor número de personas expuestas a emisiones de plantas de energía y de gases de vehículos. Se estima que las tasas de muerte prematura serán hasta tres veces mayores en 2060 que en 2010 en China y hasta cuatro veces mayores en India. Se prevé que las tasas de muertes se estabilizarán en Estados Unidos y se reducirán en gran parte de Europa Occidental debido en parte a las iniciativas para cambiar al uso de energías y transporte más limpios.

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Las pérdidas en PIB proyectadas serán mayores en China, la Federación Rusa, India, Corea y los países de Europa del Este y la región del Caspio, a medida que los costos de atención médica y de una menor productividad laboral afecten la producción. La mala calidad del aire afectará la economía de China con más fuerza que la de India debido a que las diferencias prevalecientes en las tasas de ahorro de las familias y las cifras demográficas significan que los efectos dominó de una menor productividad y un mayor gasto de salud para el resto de la economía china serán mucho mayores.
Una baja en los rendimientos de los cultivos como resultado del aire sucio lesionará las economías de la mayoría de los países. Algunas excepciones serán Brasil, la Federación Rusa y ciertos países de América Latina, donde se prevé que los terrenos agrícolas resultarán menos afectados, lo cual dará paso a una mayor competitividad en el campo de las exportaciones y, por tanto, a ganancias económicas.

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En el informe se examina también el impacto negativo de la contaminación atmosférica en términos del precio que las personas estarían dispuestas a pagar cada año para que su salud no merme ni sus vidas se trunquen por ella. Se pronostica que este hipotético valor anual de la contaminación atmosférica aumentará considerablemente, de menos de 500 dólares por persona en 2015 a 2,800 dólares en 2060.
Para mayor información, o para hablar con alguno de los autores del informe, se invita a los periodistas a comunicarse con Catherine Bremer en la OECD Media Office (+33 1 45 24 97 00).
Trabajando con más de 100 países, la OCDE es un foro de política global que promueve políticas para mejorar el bienestar económico y social de los habitantes de todo el mundo.

sábado, 4 de junio de 2016

Día Mundial del Medio Ambiente

Día Mundial del Medio Ambiente

Se debe atacar con decisión el tráfico ilegal de especies y promover un cambio profundo en la defensa de la biodiversidad y del desarrollo sostenible
SÁBADO 04 DE JUNIO DE 2016
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El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra todos los años el 5 de junio. Designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, conmemora el día de la apertura de la primera gran conferencia sobre cuestiones ambientales internacionales, celebrada en Estocolmo en 1972. Se trata de un modo de estimular, en todo el mundo, la toma de conciencia sobre los problemas que afectan nuestro entorno.
Cada año se establece un tema por tratar como eje central de la celebración a nivel mundial. Esto se hace con el fin de trabajar durante ese período en la implementación de políticas y modelos económicos, y para que las organizaciones públicas y privadas puedan abordar, de manera proactiva, el tema seleccionado.
En aquella reunión memorable de Estocolmo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) formuló un llamado de atención sobre el papel negativo que jugaba el comercio de la fauna y la flora mundiales y expresó el deseo de que se elaborara un tratado que abordara ese serio problema, lo que ocurrió unos años más tarde, cuando entró en vigor la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites, por sus siglas en inglés).
El tema de 2016 se vincula justamente con la lucha contra el comercio ilícito de fauna y flora silvestres, una actividad que resulta devastadora para la biodiversidad y que pone en peligro la supervivencia de muchas especies.
El lema de este año "Vuélvete salvaje por la vida" (Go Wild for Life) promueve la difusión de información sobre los delitos que se cometen contra la naturaleza y la necesidad de llevar a cabo acciones para evitarlos. La campaña intenta generar más conciencia ciudadana sobre el papel que cada individuo puede jugar para frenar la demanda de productos derivados de la vida silvestre.
"Cada año miles de animales salvajes son asesinados, muchas veces por redes de crimen organizado motivadas por las ganancias y la codicia", dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
El tráfico ilegal tiene dimensiones sólo superadas por las de otros comercios ilegales, como el de las drogas y el del material bélico, y todos ellos utilizan vías similares de distribución y desarrollo, tanto en su concepción como en su ejecución. Este tráfico ilegal, que busca beneficios millonarios y rápidos, es uno de los peligros más graves para especies tan diversas como primates, felinos, algunas especies de loros y de reptiles, orquídeas y cactus, entre otras de una extensa lista.
Ciertas industrias cosméticas y farmacéu-ticas involucran miles de animales y plantas en sus procesos de investigación o en sus productos.
La moda, por su parte, ha contribuido hasta finales de la década del 70 al uso indiscri-minado de pieles, abrigos, zapatos, bolsos, carteras, entre otros productos, lo que derivó en un gran impacto sobre la fauna. Incluso las orquídeas silvestres y maderas como el palo de rosa han sido afectadas por el comercio ilícito.
Sin embargo, es necesario comprender que las especies no son algo aislado, sino que viven enlazadas entre sí conformando los ecosistemas de los que depende nuestra vida de una manera que ignoramos. Y cada una de esas especies representa una obra maestra de la evolución de miles o millones de años.
En nuestro país, el comercio de fauna silvestre continúa siendo una actividad lamentable. Ante la existencia de algunos controles callejeros han surgido varios sitios de Internet que facilitan este tráfico ilícito de especies protegidas y en peligro de extinción de la fauna silvestre, situación que no está contemplada en las legislaciones de fauna, que son antiguas.
Reptiles, mamíferos, anfibios, peces y hasta insectos, todos ellos son intensamente buscados con el objeto de comercializarlos. Las aves representan la mitad de la venta ilegal, cuyo destino es su comercialización como mascotas. Incluso es llamativa la facilidad con que se encuentran subproductos de yaguareté o de otras especies nativas protegidas, como la vicuña. Por eso no debe haber ningún tipo de tolerancia con el comercio ilícito de las especies silvestres.
El Día Mundial del Medio Ambiente 2016 aspira a movilizar al mundo entero para terminar con el comercio ilegal de fauna y flora silvestres. Es que mas allá de que los países deben contar con los mecanismos apropiados para luchar contra el tráfico ilegal, todas las personas pueden jugar un papel clave en la reducción ilícita de la vida silvestre y los delitos forestales. Como consumidores informados, podemos evitar la compra de animales que no son domésticos o de productos que dañan a determinadas especies. Basta ser conscientes del daño que genera este negocio y ayudar a prevenirlo avisando a las autoridades correspondientes. Al mismo tiempo, puede ayudar difundir el origen ilegal de ciertos productos y artículos. En este aspecto, las redes sociales cumplen un rol insospechado años atrás.
Fundamentalmente, se requieren campañas de educación y sensibilización ambiental con el objetivo de informar sobre estos delitos vinculados al comercio de la vida silvestre y de advertir la magnitud de lo que está en juego.
El Día Mundial del Medio Ambiente trata de inspirar y motivar a las personas para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y contribuyan a promover un cambio de actitud hacia un hecho de tanta gravedad como es la pérdida de biodiversidad en razón de un tráfico ilegal. El tema es un mensaje concreto y claro: evitar el comercio ilícito de fauna y flora silvestres resulta esencial para el bienestar de las personas y del planeta.

Año 2030. El 60% de la población mundial tendrá problemas de abastecimiento de agua

Noticias sobre conflictos mineros

¿CÓMO NOS GOLPEARÁ LA INEXORABLE ESCASEZ MUNDIAL DE AGUA?

agua en perú30 mayo 2016
Nylva Hiruelas
Año 2030. El 60% de la población mundial tendrá problemas de abastecimiento de agua, dando lugar a la aparición de "conflictos hídricos". Esta catastrófica predicción la realizó el Consejo Nacional de Inteligencia (NIC) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos en el informe Tendencias mundiales 2030: nuevos mundos posibles. Sin embargo, no hace falta realizar un viaje futurista para ver que varios países latinoamericanos, entre ellos Perú, se han adelantado a los pronósticos. La mitad de los conflictos mineros durante el periodo 2005-2013 fueron por el agua. La escasez y mala  calidad del agua  por la minería son los principales reclamos que subyacen en conflictos como Conga, Espinar  o Tía María que sacuden el país dejando centenares de heridos y decenas de muertos
¿Cuál es el futuro del agua en Perú? Un nuevo estudio dirigido por las investigadoras Ruth Preciado y Carmen Álvarez demuestra que tras la contaminación y la elevada conflictividad se esconde una deficiente gestión del agua marcada por la falta de información y fiscalización.
Agua, elemento estratégico
Que el agua es un elemento decisivo resulta evidente; razón de ello es que el gerente General de Buenaventura -accionista de Yanacocha, primera compañía de oro de Sudamérica, y tercera del mundo- Roque Benavides, escribió en el mes de marzo un artículo en el diario El Comercio titulado "Elecciones, minería y agua" donde considera que este tema no ha sido abordado "como se merece" y sostiene que el "el agua debe ser un tema central en las propuestas de los candidatos, y desde luego, en la agenda del próximo gobierno". Perú encabeza los ranking mundiales de exportación minera, a pesar de la caída del sector por el descenso del precio de los minerales en el mercado internacional; se prevé que para los próximos 20 años, la demanda de agua por la minería se incrementaría en un 132%, de acuerdo a una investigación publicada por la fundación Heinrich Böll.  
En un país que está posicionado entre los veinte del mundo con más agua dulce pareciera difícil que enfrente problemas por este recurso. Sin embargo, este dato oculta una compleja realidad donde la geografía, el cambio climático y la minería consumen este recurso. Tan solo  el 2,3% del agua disponible se encuentra en la costa y en la sierra. 14 millones de hectáreas están concesionadas a la minería en las zonas alto andinas, donde se ubican glaciares que alimentan a los ríos en temporada seca. Pero, estas enormes masas de hielo se están calentando por el cambio climático que ya ha logrado derretir, en los últimos 30 años, 7 mil millones de metros cúbicos, equivalente al consumo de agua en la ciudad de Lima durante 10 años, de acuerdo al Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN).
Preocupante falta de información
El informe  de las investigadoras Ruth Preciado y Carmen Álvarez, “Gobernanza del agua en zonas mineras de Perú: Abriendo el diálogo", analiza, en particular, dos zonas emblemáticas en Perú: la Cuenca del Río Grande (Cajamarca) y Espinar (Cusco), donde opera desde el 2006 la minera Glencore Xtrata -que controla el 50% del mercado mundial de cobre-. Los impactos y problemas descritos por los pobladores son compartidos: escasez y reducción de la calidad del  agua por la minería. También describe el sometimiento de los campesinos a la minera pues, pues en época seca, dependen del agua que bombea la empresa, ya que ésta al realizar un tajo en la tierra, no permite que infiltre agua al subsuelo. Especialmente alarmante resulta la situación de los pobladores de Espinar que denuncian vivir contaminados con metales pesados, un caso que ha sido expuesto ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Medir los impactos de la minería sobre la cantidad y calidad de los recursos hídricos en Perú es difícil, debido a la falta de estudios estatales sobre éstos. Todavía no se conoce el total de agua que discurre por las 159 cuencas que existen. Ni siquiera es posible en muchos casos determinar si las mineras han secado lagunas o manantiales, como pobladores de las zonas mineras denuncian, pues la Autoridad Nacional del Agua (ANA) no cuenta con registros previos de determinadas zonas, en algunos casos, solo cuenta con los estudios de impacto ambiental que presentan las mineras- que en más de una ocasión han sido cuestionados por investigadores al considerar que responden a los intereses de la empresa. Hasta el 2014, las instituciones manejaban información sobre caudales de ríos de más de 20 años de antigüedad. Recién , desde el año pasado se ha iniciado una evaluación de los recursos hídricos en cada cuenca.
"Estamos llevando a cabo una evaluación de los recursos hídricos en cada cuenca. Uno de los problemas que adolece el país es la carencia de estructuras de control. No tenemos control total de la captación de los recursos hídricos de distintas fuentes, eso es algo sobre lo que se quiere ir trabajando a efectos de tener un control propio sobre la distribución de los recursos hídricos ", explica Wilfredo Jazer Echevarría, director de Conservación y Planeamiento de Recursos Hídricos de la Autoridad Nacional de Agua (ANA).“La autoridad del agua hasta ahora no tiene la capacidad para saber cuáles son los usuarios de agua sobre todo en la parte andina (población) ni cuánta agua usan, ni cuánta agua hay. Lo más grave es que no se está haciendo ese esfuerzo en zonas que son estratégicas como son las mineras, y sin embargo, sobre ese desconocimiento se otorga licencias de agua a las mineras”, explica Vanessa Schaeffer, abogada especializada en temas ambientales de CooperAcción.
Opacidad
La falta de transparencia es otro de los graves problemas. Según señala el estudio, la ANA deniega, dilata y omite entregar información sobre los derechos de uso de agua,  más aún si se trata de los expedientes técnicos de proyectos mineros. Los expedientes de uso de agua de  gigantes como Yanacocha y Xtrata-Tintaya se desconocen.   Al solicitar el ciudadano información en las zonas de explotación, es remitido a las oficinas de Lima. La opacidad que envuelve este tema genera dudas y suspicacias sobre el rol que desempeña la autoridad.
 El informe también cuestiona el procedimiento para entregar los derechos de uso de agua  a grandes mineras, pues las autoridades nacionales no evalúan el impacto que tiene la entrega de estas licencias sobre otros pequeños campesinos que habitan en la misma cuenca.  “El debate está cerrado y controlado por las mineras, así ellos te presentan la solución que más les conviene a ellos. Esto no es sólo un tema de represa. Hay que abrir el diálogo a otros temas y ver otros ángulos que está siendo invisibilizados, por ejemplo, el agua pasa a ser controlado por grandes corporaciones, generado relaciones de poder.  Además, ¿Quién va a asumir los costos después de que la minera se vaya? ¿Cómo se asegura el derecho a la calidad del agua a las poblaciones? No existen estudios que describan con detalle el impacto de la minera en la hidrogeología. ¿Cómo se entregan los derechos de uso de agua a las mineras? No existe transparencia en las instituciones del Estado", comenta Ruth Preciado.
La minería recurre al dato de que tan sólo emplea el 2% del agua nacional para defenderse de las voces críticas. Investigadores como Ruth Preciado recuerdan que esta cifra data de 1979, cuando la minería representaba tan sólo el 12% de las exportaciones, mientras que en la actualidad supone más del 50%. Por otra parte, Patricia Urteaga, docente de la Pontificia Universidad Católica (PUCP), considera falaz este dato porque el impacto del agua sobre la minera se debe mirar más de cerca, a nivel de cuenca.
El reciente informe publicado por Water International ("Lessons from Yanacocha") arroja datos reveladores y contradice a la minería. "En la práctica, el agua es priorizada para los intereses económicos de Yanacocha. La minera usa el 34.2% del agua que demanda la cuenca Maschon-que provee el 70% del agua para la ciudad de Cajamarca”. Diana Vela-Alameida, coordinadora del documento, califica como "dramática" la reducción del agua subterránea y sostiene que estos impactos, que  "constituyen una seria barrera a la sostenibilidad del agua en la región", son "resultado de regulaciones permisivas, la inexistencia de información pública y a permisivas autoridades del agua que no han sido capaces de  que Yanacocha rinda cuentas".
Fiscalización débil
Aunque no se cuente con cifras oficiales, existen estudios que han tratado de medir el impacto económico y ambiental sobre los recursos hídricos de la minería.  Según una investigación realizada por la Pontificia Universidad Católica (PUCP) el costo de la contaminación minera durante el periodo 2008-2009 ascendió a un total de 1.263,5 millones de dólares. Además, CooperAcción maneja un registro de más de 6.800 zonas contaminadas (pasivos) por esta actividad extractiva.
El ejemplo de Espinar, en Cusco pone entredicho el papel fiscalizador del Estado sobre los recursos hídricos. “El monitoreo de las aguas es parte de la gobernanza caótica y desordenada de gestión de las aguas en Perú. Hay muchas instituciones que tienen competencia en este tema pero que no coordinan entre sí a pesar  de tener por objetivo cuidar la calidad del agua”, explica Schaeffer. Respecto al agua para el consumo humano se encarga la Dirección Regional de Salud (DIRESA); en el caso de calidad es la Autoridad Nacional del Agua (ANA);  para el caso de vertidos y límites máximos permisibles, es el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). El músculo sancionador de este último organismo también fue debilitado con la aprobación de la Ley 30230. Una investigación del medio Convoca reveló que el Estado dejó de cobrar  hasta 30 millones de soles en multas mineras.
Las mineras deben presentar un Estudio de Impacto Ambiental al MINEM, el cual solicita opinión técnica a la ANA. Este es uno de los principales nudos que señala el estudio pues detecta falta de capacidades para analizarlos. ¿Cómo contrastan las instituciones del Estado los EIA si no cuentan con suficientes estudios? Los tiempos para la revisión de los EIA son escasos, sobre todo desde la promulgación durante el Ejecutivo de Humala de una serie de normativas, calificadas por la sociedad civil como “paquetazos ambientales”, que reducen la evaluación de 120 días a 83 días en el sector de energía y minas.
Estos estudios, llevado a cabo por grandes consultoras-cuyo precio para la gran minería supera el millón de dólares- no son ajenos a los intereses de las empresas. Investigaciones periodísticas han revelado frecuentes conflictos de interés que existen, sobre todo, en el caso de funcionarios públicos captados por las empresas. Una vez aprobados los EIA, no es la Autoridad Nacional del Agua quien tiene competencias para informar, sino que, sorprendentemente,  es la misma empresa la que en una audiencia pública ofrece explicaciones a la población.
El peligro del drenaje ácido de rocas
Ruth Preciado expresa además su preocupación sobre un tema del que nadie debate en Perú: el peligro del drenaje ácido de las rocas, que de suceder, podría contaminar una cuenca durante 400 años o incluso más. En Estados Unidos ya se han podido comprobar sus efectos: la contaminación permanente   con metales ha contaminado acuíferos, matado peces y destruido la fauna silvestre, además de crear riesgos para la salud a largo plazo.  El drenaje ácido es la primera causa de contaminación del agua de 40 minas de rocas desde Alaska hasta el Sur de Carolina, de acuerdo a un informe del 2013 de  la organización Earthworks.
Lo más peligroso y que debería encender la alerta roja es que, ni siquiera muchos EIA analizan esta posibilidad.  El investigador estadounidense Jim Kuipers informó que de 25 EIA que analizaron un equipo de investigación estadounidense,  el 52% de estos no predijeron el drenaje ácido de rocas que, algunos años después, se desencadenaron.  Otra cuestión que supone un dolor de cabeza para muchos investigadores es qué sucede si este problema aparece después de cerrar el proyecto minero ¿Quién asumiría la responsabilidad de recuperar la zona y compensar por los daños sociales y económicos para la población?
Los dos candidatos en campaña, Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori, han prometido una minería responsable e incluso la presidenta de Fuerza Popular ha afirmado que se dará agua a este sector "solo si sobra", sin embargo, poco se sabe de las propuestas para ponerlo  en práctica. El nuevo presidente o presidenta tendrá la llave para abrir la puerta hacia una senda ya emprendida, o hacia otras que muestren cauces alternativos.
Foto: Alerta Catástrofes

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jueves, 2 de junio de 2016

El Caribe ante los desafíos del Cambio Climático. Retos para la ciencia en la región


2 junio 2016 | +
Por Abel Centella Artola*
Conferencia ofrecida, el 2 de junio de 2016, en La Habana, en el marco de la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).
1. Los datos climáticos observados junto al contexto económico regional, sugieren que el clima cambiante en la región impone un elemento de crisis al desarrollo en el Caribe.
De acuerdo con diversos estudios desarrollados para la región del Caribe, se ha podido comprobar que en nuestra región la temperatura del aire se ha incrementado en un rango de 0.8°C -1.0°C; valores muy cercanos a los reportados a nivel global por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Por ejemplo, en Cuba, entre 1961 y 2010 la temperatura media del aire se incrementó en 0.9°C, mientras que el aumento de la temperatura mínima fue superior (1.9°C) Esto va acompañado de una reducción de las noches frías y un incremento de las noches cálidas, que puede ser traducido en un incremento del estrés térmico, con efectos potenciales negativos en diferentes sectores.
Las precipitaciones intensas manifiestan tendencias al aumento y al mismo tiempo, los eventos de sequía en algunas zonas de la región ocurren con mayor intensidad y mayor duración. A esto se une la evidencia de que los ciclones tropicales en la cuenca del atlántico han sido de mayor intensidad desde 1970. La ocurrencia de siete huracanes intensos en el período 2001 – 2010 no se había apreciado en décadas anteriores y según las investigaciones, puede estar relacionado con el aumento de la temperatura del mar.
Como colofón, las observaciones indican una tendencia creciente del nivel medio del mar en la región, con diferentes grados de magnitud. Dicha tendencia se ha ido intensificando a medida que consideramos períodos de análisis más recientes.
Si se entiende que la vida en el Caribe gira en torno al clima, se pudiera concluir entonces que las evidencias de clima cambiante constituyen presiones que afectan el desarrollo de sectores tan importantes como el turismo, la agricultura, los recursos hídricos.
Es importante subrayar el término clima cambiante, para llamar la atención de que el cambio climático es un proceso paulatino del cual ya existen evidencias en un grupo importante de variables y procesos climáticos, aunque en otros casos dichas evidencias aun no sean científicamente robustas. Obviar esto, puede impedir que se comprenda el sentido de urgencia que tienen las respuestas y acciones.
2. Existe una imagen cada vez más clara, aunque aun incompleta, sobre el cambio climático en el Caribe.
En general se puede afirmar que los estudios regionales sobre el cambio climático en el Caribe se enmarcan fundamentalmente en el presente siglo, constituyendo por tanto una actividad científica relativamente nueva. A pesar de ello se han logrado avances en identificar los cambios futuros que pueden resultar de mayor impacto para la vida.
Los estudios científicos desarrollados hasta la fecha indican que en el futuro la tendencia creciente de la temperatura del aire continuará y que a finales del presente siglo, los cambios podrán ser superiores a los 3.0°C, con respecto a los valores medios del período 1961-1990. En tal sentido, continuará incrementándose la existencia de días y noches cálidas, mientras que la tendencia de noches frías podría registrar una reducción notable. Los mayores incrementos de temperatura se producirán en los estados insulares de mayor tamaño, así como en los países caribeños de América Central y el Norte de América del Sur.
Los cambios futuros en el régimen de precipitaciones no presentarán un patrón homogéneo, pero la imagen general a nivel regional indica una reducción sustancial de las mismas en el orden de un 10% al 30%. En la región norte de la zona caribeña (donde se puede incluir a Cuba), las reducciones no serán tan significativas, aunque en esa zona la coincidencia de los modelos resulta menor (mayor incertidumbre).
Se estima que el número de días secos se incrementará, mientras que la cantidad de días con lluvias se reducirá. Existe una elevada coincidencia en las estimaciones futuras que suponen un incremento en el futuro del por ciento de área afectada por sequía en la región del Caribe. El efecto combinado del incremento de la temperatura, de los patrones de precipitación en el futuro y del aumento del nivel del mar, incrementará las afectaciones sobre recursos hídricos, cuya disponibilidad futura será menor, en términos de cantidad y calidad.
Gran preocupación producen los procesos de calentamiento actual y futuro del océano, así como la acidificación de los mismos. Las consecuencias de estos procesos están ocasionando impactos notables sobre los ecosistemas marinos de la región del Caribe, los cuales continuarán y se agravarán en el futuro. Las afectaciones a la biodiversidad marino-costera ocasionarán pérdidas que pueden ser irreparables y a su vez tendrán repercusiones dañinas en otros sectores como el turismo, sector de suma importancia para el Caribe.
Hasta el presente, los resultados anteriores parecen ser bastante robustos, cuando se consideran los estudios realizados a nivel global, así como las investigaciones desarrolladas por instituciones regionales.
3. El Caribe está constituido en su mayoría por territorios con recursos y capacidades limitadas. Por ello, para responder efectivamente a la crisis del cambio climático se requiere de coordinación y colaboración.
En el campo de la investigación científica, es crucial poder avanzar en la comprensión de los procesos para poder encontrar respuestas apropiadas. La cooperación y la transferencia de conocimientos y tecnologías constituyen elementos de vital importancia en el logro de esa meta. Existen ejemplos de colaboración científica en la región que han permitido documentar las evidencias antes mencionadas respecto a las variaciones y cambios observados hasta la fecha, avanzar de manera significativa en la proyección del clima futuro y sus impactos en sectores como la agricultura, la salud humana, los recursos hídricos o las zonas costeras.
Las experiencias de cooperación desarrolladas hasta la fecha y las que potencialmente se pueden y desean desarrollar en el futuro, deberán tener un enfoque de ciencia coordinada, donde el intercambio sur-sur, permita a todos incrementar la comprensión de los retos asociados al cambio climático más allá de lo que actualmente conocemos.
Compartir éxitos, buenas prácticas, tecnologías, conocimientos y hasta frustraciones nos pondrá cada día en mejores condiciones de responder a los retos, incrementando la comprensión de los procesos, las amenazas, los riesgos y las respuestas.
4. Los avances en el trabajo realizado sugieren que hay más retos científicos que requieren ser atendidos para responder al desafío del cambio climático en el Caribe.
A pesar de los avances logrados en las investigaciones, a nivel global y regional, el comportamiento futuro de otros procesos y fenómenos climáticos resulta menos claro y robusto. Un ejemplo de ello se relaciona con la estimación futura de la actividad ciclónica y con la explicación de qué por ciento de la variabilidad climática multidecadal en el atlántico tropical está vinculado con la variabilidad natural, lo cuál se vincula al incremento de los gases de efecto invernadero.
Buscar señales y encontrar respuestas a estos y otros complejos procesos que ocurren en el sistema climático (compuesto por la atmósfera, los océanos, las cubiertas de hielo, la superficie terrestre y la biósfera; y por las interacciones entre ellos) requiere de un esfuerzo científico inmenso.
Estudiar y comprender procesos claves de la dinámica actual y futura del clima en el Caribe empleando técnicas, herramientas y modelos cada vez más complejos resultan esenciales para poder responder al reto de adaptar nuestras sociedades a los impactos del cambio climático, mucho más si se reconoce que la adaptación requiere de respuestas y medidas locales que deben ser implementadas de inmediato.
En este contexto, un reto importante para la ciencia en el Caribe es “traducir” los resultados científicos de manera que se logre transformar la ciencia en acciones y políticas.
5. Las experiencias de cooperación han ampliado la capacidad de investigación de la región con respecto al problema del Cambio Climático.
El enfoque de ciencia coordinada ha permitido y permitirá crear una mayor capacidad para hablar de cambio climático como región. Los resultados actuales son un ejemplo de ello y se pueden traducir en:
- Reportes nacionales sobre cambio climático (Comunicaciones Nacionales a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático).
- Incorporación del cambio climático en las políticas nacionales y regionales para la planificación y el desarrollo.
- El incremento del número de centros e investigadores en la región dedicados a la variabilidad climática, la modelación del clima y los impactos.
- La posibilidad de atender mayor cantidad de preguntas científicas relacionadas con la modelación del clima y de sus impactos.
- Mayor cantidad de información para facilitar la identificación e implementación de programas, medidas y políticas de respuesta a los impactos del cambio climático.
- Mayor intercambio en experiencias de investigaciones, capacitación e implementación de acciones de reducción de riesgos de desastres.
En resumen:
1) la ciencia del cambio climático ha evolucionado y se ha desarrollado para responder a la crisis del cambio climático en la región;
2) los resultados han producido una imagen más clara del clima futuro y sus posibles implicaciones;
3) la colaboración ha sido y será un elemento clave en producir avances posteriores;
4) se podrá, entonces, tener mayor comprensión de nuevos retos científicos que deberán ser atendidos; y
5) se creará una mayor capacidad de respuesta para lo que desde mi punto de vista es crucial en la región: LA ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO.
*Director Científico del Instituto de Meteorología de la Agencia de Medio Ambiente, quien además ha llevado durante años la colaboración científica con instituciones del Caribe y ha participado en la elaboración de los escenarios climáticos para esta región.
(Tomado de CubaMinrex)