miércoles, 18 de diciembre de 2013

2014, año clave para que Latinoamérica incida en la sustentabilidad climática

[Const.Puentes] 2014, año clave para que Latinoamérica incida en la sustentabilidad climática
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Osver Polo
12:31 (hace 6 horas)
para Construyendo
16/12/13

2014, año clave para que Latinoamérica incida en la sustentabilidad climática

2014, año clave para que Latinoamérica incida en la sustentabilidad climática
  • Cuando pensamos en América Latina nos imaginamos abundancia de bosques, agua, fauna, comunidades tradicionales, diversidad cultural. Esta asociación tiene fundamento y posiciona a la región en ventaja frente a los desafíos del cambio climático. Sin embargo, esto no necesariamente será así en el futuro. El modelo económico imperante amenaza con degradar a Latinoamérica a un mero proveedor de materias primas no renovables a expensas de su sostenibilidad. En 2014, importantes espacios de debate sobre el rumbo a seguir se darán en la región; el liderazgo de la dirigencia política y la activa participación de la sociedad civil serán claves para hacer del este año un punto de inflexión en el liderazgo de América Latina hacia la sustentabilidad climática global.
  
AvinaAvina
Acreedores y deudores ecológicos (Global Footprint Network)
América Latina cuenta con un tercio de las reservas de agua dulce, 12% de la superficie cultivable y 21% de la superficie de bosques naturales del mundo. Alberga los arrecifes coralinos más largos del hemisferio occidental y el Bioma Amazónico es emblema global de la mitigación y adaptación al cambio climático. El bioma provee bienes y servicios ambientales clave, como la regulación regional y global del clima, la reserva de 2/3 de la biomasa forestal del mundo y una alta riqueza biológica, recursos genéticos y medios de vida. Además, posee una identidad cultural diversa, con más de 400 pueblos indígenas viviendo en la región.
En el orden global de riquezas naturales, América Latina se encuentra en la cima. Según el reporte de Global Footprint Network, la mayoría de los países de la región tienen “superávit ecológico”, o sea, tienen capacidad para generar materiales biológicos y absorber desechos de las actividades humanas (biocapacidad*) superior a la demanda de su población. Tal excedente es fundamental para el equilibro ecosistémico del mundo y convierte a nuestra región en el principal acreedor ecológico del planeta.
El rol de acreedor ecológico, junto con una matriz energética mayoritariamente limpia (con desafíos para países como Argentina, México o Venezuela), una amplia diversidad cultural y social, y una tendencia aún incipiente en avances en el desarrollo tecnológico y la innovación social, ponen a América Latina en una posición única de la geopolítica global. Por un lado, la región dispone de infraestructura natural y conocimientos tradicionales que fortalecen su resiliencia (**) frente a los impactos del cambio climático, como eventos climáticos extremos, menor disponibilidad de agua y efectos negativos sobre la agricultura. Por otro lado, sus activos sientan las bases para que América Latina lidere la transición a una nueva economía baja en emisiones y compatible con el clima.

Nueva economía baja en emisiones

La posición de acreedor ecológico de América Latina está relacionado a su moderada huella ecológica per cápita
La posición de acreedor ecológico de América Latina está relacionado a su moderada huella ecológica per cápita – 2,44 gha (gha: hectáreas globales, por sus siglas en inglés) en comparación a la media global de 2,59 gha. La huella ecológica se calcula en base a las dimensiones de tierra de cultivo, de tierra de pastoreo, de tierra forestal, de las áreas de pesca, de las áreas de construcción y de la emisión de CO2. En relación al componente de emisiones, América Latina está significativamente debajo de la media global – la huella de carbono per cápita de la región es de 0,6 gha, mientras que la huella global es de 1,37 gha. Las emisiones por energía corresponden al 34% del total de emisiones latinoamericanas y al 27% de América del Sur. El sector emite significativamente menos que la media mundial por su matriz energética relativamente limpia. En el mundo la media per cápita de emisiones por energía es de 4,55 tCO2 (tCO2: toneladas cúbicas de dióxido de carbono) y en América Latina 2,8 tCO2 (datos 2009, CAIT). El sector de agricultura corresponde a 23% de las emisiones de América Latina y los cambios en el uso del suelo al 33%. El porcentaje de emisiones por cambio de uso del suelo aumenta a 40% cuando el análisis se focaliza en América del Sur. Este valor está relacionado principalmente a la deforestación y aunque es muy superior que a la del resto del mundo (la contribución del sector a las emisiones globales es de 6%), se está reduciendo.
América Latina tiene las condiciones para transitar hacia una economía con bajas emisiones de forma relativamente costo-efectiva. Si bien el rol de la hidroelectricidad y el liderazgo de Brasil con los biocombustibles, presentan a América Latina con una matriz energética relativamente “limpia”; aún tiene mucho margen para mejorar sus estándares en eficiencia energética y aprovechar su potencial en energías renovables, lo cual aparte de reducir sus emisiones fortalece su seguridad energética. En el sector de la agricultura, la FAO indica que sería posible reducir las emisiones de ganadería hasta en un 30% a través de la expansión del uso de las mejores prácticas y tecnologías existentes. La mayoría de las acciones de mitigación para América Latina le ofrecen importantes co-beneficios para el desarrollo sostenible, como la reducción de la deforestación, la inversión en agricultura baja en carbono y el fortalecimiento de una matriz energética limpia y eficiente. Estas medidas promueven calidad de vida, seguridad y resiliencia.
Pero a pesar de la oportunidad para una transición con co-beneficios, las tendencias de desarrollo en América Latina apuntan en otra dirección. Las extensas reservas de gas y petróleo de la región, los pocos avances en eficiencia energética en los últimos años y el aumento de la demanda de materias primas sin procesar están empujando a Latinoamérica a consolidar y perpetuar un modelo económico netamente extractivista, de poco valor agregado y que será insostenible a largo plazo. Proyecciones del BID indican que, aunque la tendencia de las emisiones por deforestación es a disminuir, las emisiones por energía van a aumentar en 50% hasta 2050. En agricultura no habrá cambios sustanciales.

La posibilidad de la resiliencia

Para América Latina, el cambio climático significará un aumento heterogéneo de temperatura entre las diversas áreas, cambios en los regímenes de lluvia con aumento en algunas regiones y reducción en otras, aumentos substanciales del nivel del mar en el Caribe y el Atlántico (superiores en 5cm a la media mundial) y aumento de los eventos climáticos extremos.
Entre los impactos claves que se prevén para la región en 2050, el BID menciona: el colapso parcial del bioma coralino en el Caribe; la desaparición de glaciares de los Andes ubicados en las elevaciones inferiores a los 5.000 metros; la sabanización de parte de la cuenca Amazónica (con nefastos impactos sobre la provisión de servicios eco sistémicos locales y regionales); la reducción de los rendimientos agrícolas de varios cultivos alimenticios básicos; el aumento de las inundaciones en las zonas costeras; el incremento de la exposición a enfermedades tropicales; la desestabilización del ciclo hidrológico en las principales cuencas y la intensificación de eventos climáticos extremos.
Junto a la exposición geográfica de la región, los factores socioeconómicos afectan directamente en la capacidad adaptativa y la resiliencia de las poblaciones, los ecosistemas y sectores productivos. Mientras que América Latina no es el continente más pobre del planeta, es sin duda el más inequitativo, con un coeficiente de Gini de cerca de 0.52. Según estimaciones del BID, los costos económicos para América Latina de los impactos físicos del aumento de la temperatura en 2°C serian cercanos a US$ 100 billones anuales en 2050.
Para fortalecer la resiliencia y reducir el impacto del cambio climático para la región, la mejor estrategia es hacer uso racional de los recursos naturales del continente. Conservarlos significa preservar un bien público para ésta y las futuras generaciones, que se traducirá en seguridad climática, hídrica, energética y alimentaria. Inversiones en adaptación también son fundamentales para reducir los costos esperados de los impactos físicos inevitables del cambio climático. Análisis estiman que serán necesarios entre US$17 y US$27 billones para evitar o compensar los costos económicos esperados. Aunque las cifras son inciertas, lo importante es que los valores son significativamente menores que los costos estimados de los impactos del cambio climático.

Datos sobre los efectos del cambio climático en la región

  • El aumento del nivel del mar amenaza las ciudades costeras, que incluyen 60 de las 77 ciudades más importantes de América Latina (UN-Habitat 2012)
  • El IPCC (2007) nota con alto grado de confiabilidad que la variabilidad climática y eventos extremos anormales ya están siendo observados en América Latina, como por ejemplo las lluvias intensas en Venezuela (1999, 2005), inundaciones en la Pampa argentina (2000-2002), sequía en la Amazonia (2005), la temporada de huracanes de 2005 en la cuenca del Caribe, entre otros. En los últimos años esta tendencia se incrementó con inundaciones en Colombia (2011), Brasil (2011) y Argentina (2012-2013)
  • Según CEPAL et al (2010), los impactos en salud ya son evidentes: “mientras en 1970 las únicas áreas infectadas en la región por el aedes aegypti, mosquito responsable de la transmisión de la fiebre amarilla y del dengue, eran Venezuela, Surinam, las Guayanas y el Caribe, en 2002 sólo las regiones más australes del continente estaban libres de zonas afectadas por estas enfermedades tropicales”.
  • El cambio climático y las sequias tienen potencial para generar incendios forestales de larga escala, incluso en regiones de bosques densos (Magrín et al, 2007). Si se concretara un aumento de temperatura de 3°C, se estima que la frecuencia de incendios forestales subiría 60% en Sudamérica, según el IPCC (Magrín et al, 2007).
  • El BID estima que los impactos del cambio climático para América Latina pueden reducir exportaciones agrícolas de la región entre US$ 32 y US$ 54 billones en 2050.
  • Los glaciares tropicales en los Andes se han reducido en 15% entre 1970–2002 (Kaser 2005; INRENA 2006).

Las decisiones posibles al acreedor ecológico

América Latina tiene crédito ecológico y las condiciones para liderar la transición hacia una nueva economía baja en emisiones. Sin embargo, en una economía globalizada y basada en la explotación intensiva de recursos naturales, el superávit ecológico que crea las condiciones de liderazgo también representa un potencial económico para la profundización de la exportación de materias primas y el posicionamiento de la región como simple proveedora de recursos naturales. Esta tendencia no es nueva. Históricamente los países de Latinoamerica han tenido dificultades para traducir la explotación y comercialización de productos primarios en procesos de desarrollo económico con valor agregado y de largo plazo.
La tendencia se ha profundizado en las últimas décadas ante un escenario de escasez global de recursos. Eso, sumado a la presencia de áreas bioclimáticas críticas como la Amazonia y el bioma coralino del Caribe y a la desigualdad social se traduce en una alta vulnerabilidad climática. Al mismo tiempo, la posibilidad de revertir la tendencia de reprimarización de la economía, invertir en agricultura y matriz energética sustentables y profundizar la reducción de la deforestación son caminos que pueden fortalecer las ventajas comparativas ecológicas de América Latina y llevar a la región a ejercer su potencial protagonismo hacia un futuro sustentable. La forma de cómo sea aprovechada la condición de acreedor ecológico de América Latina, sea para fortalecerla o fragilizarla, es una decisión que cabe a los liderazgos del presente.

La oportunidad del 2014

2014 será un año repleto de oportunidades para que América Latina lidere el rumbo hacia una nueva economía y futuro resiliente. En diciembre, Perú será la sede de la Conferencia de las partes sobre el Cambio Climático – COP 20, última conferencia del clima antes del encuentro de Paris, cuando un acuerdo global vinculante deberá ser alcanzado entre los países para responder efectivamente al cambio climático. Antes de la COP20, en octubre, Venezuela será sede de la Pre-COP social, que por primera vez integrará las propuestas de la sociedad frente al cambio del clima como insumo a las negociaciones formales. La Cumbre del Clima, promovida por Ban Ki Moon en septiembre en Nueva York, que busca catalizar la acción de los gobiernos, las empresas, la sociedad civil, el sector financiero en relación al cambio climático, junto a la priorización del cambio climático en el próximo Foro Económico Mundial de DAVOS, serán 2 eventos de alto nivel que aspiran a contribuir con el liderazgo de Perú en la COP 20. Espacios para expresión de protagonismo no faltarán y en ese contexto, los países Latinoamericanos tendrán marcadas oportunidades para expresar su liderazgo. Perú mantendrá la presidencia de la COP hasta Paris, Bolivia presidirá el G77 y en países como Brasil, Uruguay, Colombia, Bolivia, Panamá, Costa Rica y El Salvador se celebrarán elecciones generales, una oportunidad para debatir públicamente sobre la agenda para el uso sostenible de los recursos naturales.
Las condiciones y oportunidades para el liderazgo climático regional están sobre la mesa. Cabe a los latinoamericanos tornarlas evidentes y aprovecharlas.
(*): Biocapacidad es la “capacidad de los ecosistemas de producir materiales biológicos útiles y absorber los materiales de desecho generados por los seres humanos, usando esquemas de administración y tecnologías de extracción actuales.”
(**): Entendemos la resiliencia como la capacidad de las comunidades (humanas, animales, vegetales) de soportar perturbaciones. En este contexto, la resiliencia es una condición indispensable para la supervivencia a largo plazo.

martes, 17 de diciembre de 2013

El fracaso de las negociaciones sobre cambio climático

[Const.Puentes] OPINION - El fracaso de las negociaciones sobre cambio climático Por Julio Vives
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Osver Polo
8:29 (hace 15 horas)
para Construyendo

El fracaso de las negociaciones sobre cambio climático

17/12/2013 | 09:15 H.
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Durante el mes de noviembre han tenido lugar en Varsovia (Polonia) negociaciones en torno al cambio climático. Las ONGs del medio ambiente han abandonado la reunión. Seamos realistas: hasta ahora la lucha contra el cambio climático ha fracasado. Desde que se reconoció jurídicamente el problema en el convenio marco de NNUU de 1992, la reducción global de emisiones ha sido un concepto más que una práctica real. Los países más contaminantes permanecen fuera del sistema del protocolo de Kioto (entrada en vigor en 2005) actuando como auténticos “free riders”: no adoptan obligaciones de reducción mientras que se benefician de las reducciones de los demás. Estos países tienen nombre, por ejemplo los EEUU y China. Japón, el quinto país en emisiones contaminantes, ha tirado la toalla aduciendo como excusa el desastre de Fukushima, unos días después de que el Tifón Haiyan arrasara las Filipinas. La Unión Europea parece la cenicienta de la casa, encabezando siempre la lucha contra el aumento de emisiones de Co2.
Cuando expiró el primer período del Protocolo de Kioto en 2012, se decidió prorrogarlo hasta el 31 de diciembre de 2020 en una versión descafeinada –la enmienda de Doha (Qatar)- donde quedaban sometidos básicamente la Unión Europea, Noruega y Australia que, en conjunto, no llegan a una quinta parte del total de emisiones. En Varsovia el objetivo era madurar un acuerdo multilateral para el 2015 en el que habrán de entrar los grandes países contaminantes y que entre en vigor o comience a aplicarse en 2020. Aunque se ha llegado a un acuerdo de última hora para mantener la puerta abierta a dicho acuerdo, todo está demasiado diferido en el tiempo, un tiempo en el que inexorablemente se habrá consolidado el cambio climático con consecuencias devastadoras y será demasiado tarde, incluso aunque el acuerdo fuera eficaz. Se dice que son medidas que deben adoptarse ahora pero su aplicación aplazada las convierte en una quimera. Ya estamos ahora mismo en un punto sin retorno, como advierte el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC en sus siglas en inglés), porque los informes científicos dicen que hay que adoptar medidas de reducción de emisiones en esta década y las negociaciones las aplazan a la siguiente.
Todo está demasiado diferido en el tiempo, un tiempo en el que inexorablemente se habrá consolidado el cambio climático con consecuencias devastadoras y será demasiado tarde, incluso aunque el acuerdo fuera eficaz
A los países en vías de desarrollo, que por su pobreza suelen ser los más afectados por el cambio climático, no se les puede decir ahora que se queden como están después de haberles marcado -a veces con fuego- el camino al desarrollo que habían de seguir. Ahora estos países reclaman con justicia una financiación compensatoria por no contaminar, el llamado Fondo Verde para el Clima. Todavía no se sabe de donde va a salir el dinero -100.000 millones de dólares anuales desde el año 2020- para este fondo -que los ultraliberales califican de instrumento socialista- cuando es un tema de justicia histórica porque la contaminación principal la han causado los países industrializados. El Banco Mundial tiene unas ventanillas para países en desarrollo cuyo nombre lo dice todo: “Fondo Mundial para la Reducción y Recuperación de Desastres” y “Programa Piloto sobre la Capacidad de Adaptación al Cambio Climático”, es decir, sobre la resiliencia perdurable frente a condiciones climáticas extremas. Todo un augurio sobre las necesidades del futuro. En esta dirección se ha establecido en la reunión de Varsovia un “mecanismo de daños y pérdidas” para compensar por daños causados por el cambio climático, aun sin fondos.
Y mientras tanto aquí suprimimos las ayudas a las energías renovables por lo que ya hay empresas extranjeras que han demandado a España ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial
En conclusión, hoy por hoy, más allá del mundo de los Estados y las organizaciones internacionales, carecemos de instrumentos adecuados de gobernanza global para satisfacer estos intereses colectivos –“responsabilidades comunes pero diferenciadas” según el Protocolo de Kioto- que afectan a toda la humanidad. La solución del problema queda al final en manos de la buena voluntad de Estados individualmente o asociaciones de Estados como la Unión Europea que marcan el camino a seguir. Y mientras tanto aquí suprimimos las ayudas a las energías renovables por lo que ya hay empresas extranjeras que han demandado a España ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial . Este golpe a las energías renovables sí es tener visión de futuro, de futuro negro, muy negro para las próximas generaciones.

sábado, 14 de diciembre de 2013

La mayor toma de poder corporativo de la que nunca has oído hablar

[Const.Puentes] La mayor toma de poder corporativo de la que nunca has oído hablar
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Osver Polo
22:20 (hace 17 horas)
para Construyendo
Nos escribe juan carlos soriano - 350.org
 La mayor toma de poder corporativo de la que nunca has oído hablar



Estimad@s,

Acabamos de compartir esta actualización a través de nuestra lista de correo. 

El Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) es un acuerdo de libre comercio altamente secreto y expansivo entre doce países –entre los que se encuentran Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Chile y Australia– que podría debilitar enormemente nuestra democracia. Documentos filtrados por WikiLeaks revelan que el TPP permitirá a las empresas demandar a los gobiernos nacionales si consideran que las legislaciones y políticas domésticas de estos afectan negativamente a sus beneficios comerciales. Los avances legislativos en la lucha contra el cambio climático, la expansión de los combustibles fósiles y la contaminación ambiental podrían estar en peligro como consecuencia del tratado. 

Les paso el correo completo abajo. Hemos también creado una infografía para generar consciencia sobre esto. 

Para los que estén participando del InterCLIMA sería importante preguntar sobre Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica y el impacto negativo que podría tener para el proceso de la COP20. 

Aquí les comparto un blog de La República sobre el acuerdo.  

Si cuentan con cuentas de redes sociales. Les pido tomarse un minuto para compartir la infografía.  

Muchas gracias de antemano

Juan Carlos. 



Querid@ amig@:
¿Has oído hablar del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica?
El Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) es un acuerdo de libre comercio altamente secreto y expansivo entre doce países –entre los que se encuentran Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Chile y Australia– que podría debilitar enormemente nuestra democracia. Documentos filtrados porWikiLeaks revelan que el TPP permitirá a las empresas demandar a los gobiernos nacionales si consideran que las legislaciones y políticas domésticas de estos afectan negativamente a sus beneficios comerciales. Los avances legislativos en la lucha contra el cambio climático, la expansión de los combustibles fósiles y la contaminación ambiental podrían estar en peligro como consecuencia del tratado.
Los ministros de los países del TPP se reúnen este fin de semana en Singapur para firmar el acuerdo, pero la indignación popular ha logrado que algunos gobiernos en principio afines estén reconsiderando sus posturas. En Australia, Nueva Zelanda, EE.UU., Perú, Malasia, Vietnam y Singapur, las protestas ciudadanas han tenido un gran seguimiento y el año pasado 130 miembros del Congreso de los Estados Unidos expresaron también su preocupación por esta causa. La oposición al TPP es cada vez mayor y el clamor popular está haciendo a nuestros dirigentes salir de su letargo.
Hagamos que se escuche la voz de quienes luchan; presionemos a los países indecisos para que retiren su apoyo al acuerdo:
Comprueba en esta infografía lo aterrador que es el TPP:
 (Si tienes problemas a la hora de visualizar esta infografía, comprueba que has seleccionado la opción "Activar imágenes" en tu correo electrónico. Si no estás seguro de cómo hacerlo, puedes hacer clic aquí para visualizar lainfografía directamente desde tu navegador.) 
En su versión actual, el TPP arruinaría enormemente la labor en pro de la desinversión realizada hasta la fecha, puespermitirá a las empresas transnacionales demandar judicialmente a los gobiernos si estos implementan leyes que frenen la inversión y expansión del sector de los combustibles fósiles mediante políticas encaminadas a limitar la inversión en este sector, reducir la contaminación ambiental o establecer tarifas por las emisiones de carbono.
Pero éste es sólo uno de los puntos oscuros del acuerdo. El TPP podría también criminalizar el uso de Internet, socavar los derechos humanos y laborales, manipular las leyes de copyright, restringir la regulación gubernamental del etiquetado de alimentos y debilitar terriblemente los sistemas públicos de salud.
Hay mucho en juego, pero podemos detener esto. El espíritu de nuestro movimiento es más fuerte que su dinero o su manipulación. Debemos unirnos y hacer oír nuestra voz para frenar esta toma de poder corporativo..
El movimiento que estamos poniendo en marcha a nivel local, nacional y mundial para frenar el avance de los combustibles fósiles y construir un futuro climático seguro crece día a día, igual que el temor de la industria contaminante ante su incierto porvenir. El TPP no es más que una manifestación de este miedo: una gigantesca maniobra que pretende destruir cualquier posible restricción a su irresponsable crecimiento.  Y no vamos a permitir que su miedo amenace nuestra democracia o nuestro futuro.
Seguimos adelante,
Eduardo

La mayor toma de poder corporativo de la que nunca has oído hablar

[Const.Puentes] La mayor toma de poder corporativo de la que nunca has oído hablar
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Osver Polo
22:20 (hace 17 horas)
para Construyendo
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 La mayor toma de poder corporativo de la que nunca has oído hablar



Estimad@s,

Acabamos de compartir esta actualización a través de nuestra lista de correo. 

El Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) es un acuerdo de libre comercio altamente secreto y expansivo entre doce países –entre los que se encuentran Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Chile y Australia– que podría debilitar enormemente nuestra democracia. Documentos filtrados por WikiLeaks revelan que el TPP permitirá a las empresas demandar a los gobiernos nacionales si consideran que las legislaciones y políticas domésticas de estos afectan negativamente a sus beneficios comerciales. Los avances legislativos en la lucha contra el cambio climático, la expansión de los combustibles fósiles y la contaminación ambiental podrían estar en peligro como consecuencia del tratado. 

Les paso el correo completo abajo. Hemos también creado una infografía para generar consciencia sobre esto. 

Para los que estén participando del InterCLIMA sería importante preguntar sobre Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica y el impacto negativo que podría tener para el proceso de la COP20. 

Aquí les comparto un blog de La República sobre el acuerdo.  

Si cuentan con cuentas de redes sociales. Les pido tomarse un minuto para compartir la infografía.  

Muchas gracias de antemano

Juan Carlos. 



Querid@ amig@:
¿Has oído hablar del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica?
El Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) es un acuerdo de libre comercio altamente secreto y expansivo entre doce países –entre los que se encuentran Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Chile y Australia– que podría debilitar enormemente nuestra democracia. Documentos filtrados porWikiLeaks revelan que el TPP permitirá a las empresas demandar a los gobiernos nacionales si consideran que las legislaciones y políticas domésticas de estos afectan negativamente a sus beneficios comerciales. Los avances legislativos en la lucha contra el cambio climático, la expansión de los combustibles fósiles y la contaminación ambiental podrían estar en peligro como consecuencia del tratado.
Los ministros de los países del TPP se reúnen este fin de semana en Singapur para firmar el acuerdo, pero la indignación popular ha logrado que algunos gobiernos en principio afines estén reconsiderando sus posturas. En Australia, Nueva Zelanda, EE.UU., Perú, Malasia, Vietnam y Singapur, las protestas ciudadanas han tenido un gran seguimiento y el año pasado 130 miembros del Congreso de los Estados Unidos expresaron también su preocupación por esta causa. La oposición al TPP es cada vez mayor y el clamor popular está haciendo a nuestros dirigentes salir de su letargo.
Hagamos que se escuche la voz de quienes luchan; presionemos a los países indecisos para que retiren su apoyo al acuerdo:
Comprueba en esta infografía lo aterrador que es el TPP:
 (Si tienes problemas a la hora de visualizar esta infografía, comprueba que has seleccionado la opción "Activar imágenes" en tu correo electrónico. Si no estás seguro de cómo hacerlo, puedes hacer clic aquí para visualizar lainfografía directamente desde tu navegador.) 
En su versión actual, el TPP arruinaría enormemente la labor en pro de la desinversión realizada hasta la fecha, puespermitirá a las empresas transnacionales demandar judicialmente a los gobiernos si estos implementan leyes que frenen la inversión y expansión del sector de los combustibles fósiles mediante políticas encaminadas a limitar la inversión en este sector, reducir la contaminación ambiental o establecer tarifas por las emisiones de carbono.
Pero éste es sólo uno de los puntos oscuros del acuerdo. El TPP podría también criminalizar el uso de Internet, socavar los derechos humanos y laborales, manipular las leyes de copyright, restringir la regulación gubernamental del etiquetado de alimentos y debilitar terriblemente los sistemas públicos de salud.
Hay mucho en juego, pero podemos detener esto. El espíritu de nuestro movimiento es más fuerte que su dinero o su manipulación. Debemos unirnos y hacer oír nuestra voz para frenar esta toma de poder corporativo..
El movimiento que estamos poniendo en marcha a nivel local, nacional y mundial para frenar el avance de los combustibles fósiles y construir un futuro climático seguro crece día a día, igual que el temor de la industria contaminante ante su incierto porvenir. El TPP no es más que una manifestación de este miedo: una gigantesca maniobra que pretende destruir cualquier posible restricción a su irresponsable crecimiento.  Y no vamos a permitir que su miedo amenace nuestra democracia o nuestro futuro.
Seguimos adelante,
Eduardo